4 de octubre de 2013

SOCIEDAD SUPERFLUA Y VANIDOSA

La modernidad ha llegado acompañada de nuevos vicios, costumbres equivocadas, instauraciòn de modas y  nuevos conceptos culturales tan osados como ilògicos. Ha sido tan vertiginoso el avance de los ùltimos treinta años que  la cultura de occidente, la moral y ètica,  han sufrido cambios absolutos, dràsticas transformaciones y no pocas deformaciones de lo aceptado como modelo de vida y comportamiento en otra època.
Asistimos al espectàculo de una sociedad transtornada en las costumbres, condicionada por cambios tan ràpidos como coyunturales. Ya nada es permanente. Lo que era moda ayer hoy ya es obsoleto. Los sofisticados instrumentos de comunicaciòn,  modernos equipos de entretenimiento, toda la gama de electrodomèsticos se vuelven anticuados en dos,  tres años, quizàs menos.  La tecnologìa no tiene reposo pero tan poco la magaempreas industriales que los fabrican por millones, en minutos para alimentar un capitalismo salvaje que  devora en dècada las entrañas y recursos de la tierra. Los recursos de la tierra, flora, fauna y minerales que tardaron millones de años en formarse, el capitalismo los està devorando y destruyendo en  pocos años.

El  demencial afàn de aumentar las utilidades,  ampliar mercados, desplazar a la competencia, ha convertido a las multinacionales en monstruosas fàbricas de  de objetos,  en apariencia para beneficio  y utilidad del hom bre moderno. Pero son sòlo artefactos novedosos que idiotizan y estandarizan màs al hombre.   Esos equipos e instrumentos son  tan fugaces  y desechables que las personas no terminan de adaptarse a un nuevo adelanto tecnico, cuando ya se ha inventado uno màs moderno y avanzado que el anterior. Dejando al comprador desorientado, frustrado.  Con ansias de comprar el de ùltima generaciòn  recièn salido al mercado.

El vèrtigo moderno,  ha hecho  de la   existencia  algo  dramàtico,  incierto.   El  hombre vive en una locura de tiempo y espacio. La ciencia y la tecnologìa avanza en  forma  inusitada,  caòtica. Las vibraciones del planeta son màs ràpidas. la rotaciòn de la tierra no es la misma cuando èramos niños. En las dos o tres ùltimas dècadas el planeta avanza con mayor celeridad en su rotaciòn planetaria, lo que ha pootencializado y aumentado el ritmo vibracioinal en la naturaleza pero especialmente en la conducta del hombre. El planeta gira en frecuencias màs avanzadas y complejas lo que està produciendo cambios dràsticos y asombrosos en todos los aspectos de la vida diaria.   Las  mutaciones genèticas, cambios hormonales, bruscos cambios en la naturaleza, el clima.  El comportamiento mismo del hombre ha entrado en uno de los perìodos màs oscuros y tenebrosos de toda la historia humana.  ¿Degeneraciòn de la especie humana, degradaciòn antinatura,  cambios que anticipan una nueva era, què està pasando con el hombre, la tierra y todo lo que implique la mano del hombre?

Algo sì puede afirmarse: el dìa ya no dura veinticuatro horas. Ahora los dìas son màs breves.  Son cuatro, cinco o siete horas màs cortos.  Diversos  cientìficos  lo afirman aunque otros lo desmientan. Algo està pasando y ese algo es que el mundo està girando a una velocidad endemoniada y ese cambio de la astrofìsica, ha  provocado  un impulso de locura en  muchos   actos del hombre. Quizàs por allì estèn los indicios que conducen a entender, hallar  razones para explicarse la locura colectiva del hombre actual. Ese estado de frenesì que lo ha llevado a ser un ser cada dìa màs superfluo, vanidoso. Inmerso en una nebulosa de desesperaciòn por despilfarrar la existencia en minutos, dìas o meses que lo hacen vivir con plenitud todas las experiencias y sensaciones posibles,  pero que muy pronto  lo llevan a una muerte prematura, casi siempre tràgica.   Sin que medie un avance normal de etapas y ciclos que son el  proceso  lògico de un ser  complejo como el hombre, con un instinto animal de reacciòn a impulsos; reflejos condicionados,  miedos y amenazas reales o imaginarias.

Estamos enfrentados a un mundo que ya dejò de ser un planeta distante en modas, culturas, hàbitos, noticias, acontecimientos y hechos tràgicos  que nos distanciaban. Ya no.  Los ultramodernos sistemas de comunicaciòn,  y ràpidos medios de transporte, han acercado las antes, aparentes enormes distancias de otra època.   Se hacen tan cercanos los sucesos que transcurren  entre uno y otro  punto del planeta , no obstante existan  miles de kiòmetros que los separen.   Tiene sentido afirmar que  la tierra se ha empequeñecido para las comunidades. Los conceptos de Herbert Marshall McLuhan y su teorìa estrella  de una "aldea global" (global village), ya no son una tesis, sino una realidad.  Estos aspectos  son  el  resultado inequìvoco de  la modernidad.  El avance general, acelerado de la tecnologìa  sobre cualquier aspecto  que  involucre la  presencia omnìmoda del hombre en  la tierra.

Las maravillas tecnològicas estàn acompañadas de la degradaciòn en las  costumbres,  sustituciòn  de  valores, la inmediatez de todos los actos ejecutados por el hombre.  Ha convertido a la sociedad occidental y en poco tiempo al resto de  comunidades que  se resisten al cambio, en sociedades cada  màs superficiales. Que como aspecto paradòjico  avanzan cada dìa màs en lo cientìfico y tecnològico pero se atrasan  y estancan en lo cultural y espìritual.   El  hombre moderno ha alcanzado el nivel màs elevado de tecnologìa en su historia màs reciente pero ha caìdo en las màs deplorable superficialidad, convirtiendo a las modernas sociedades en muchedumbres superfluas y vanidosas.

Viven  bajo un sutil pero poderoso mecanismo de adoctrinamiento impulsado por los medios de comunicaciòn, soterrados  intereses  del establecimiento, ocultos  poderes de las èlites financieras e industriales que manejan el planeta, que manipulan el comportamiento y desarrrollo de la sociedad actual. Este aspecto transforma cada vez màs a la sociedad en una muchedumbre superflua, cuyo màximo proyecto de vida es poseer objetos  que la tecnologìa fabrica en serie,  por  miles de millones.  Que en pocos meses ya seràn obsoletos. Material reciclable para continuar en la endemoniada megraproducciòn de objetos y artefactos màs modernos. Supuesta "ùltima generaciòn de tecnologìa de punta"  pero que en poco tiempo volverà a ser obsoleta, para continuar el ciclo de locura productiva y consumista  sin fìn.   Delirio dantesco de producciòn cuasi perpetua.

Objetos y artìculos que la poblaciòn cree  necesitar de  manera imprescindible para vivir. La  presiòn  social se hace tan intensa que este mecanismo de adoctrinamiento masificado, empuja al gran colectivo a comportarse como seres estandarizados, sin decisiòn propia.  Sòlo quieren comprar obljetos de ultima tecnolgìa. Artefactos  quizà sin sentido, absurdos pero que las poderosas y subliminales  campañas publicitarias,  manipulan  en las dèbiles mentes  de la poblaciòn  para adquirirlos como  fundamentales para  su vida

Cuàntas mentiras engendradas  han producido  una generaciòn de personas dependientes absolutas de los ùlltimos lanzamientos de la tecnolgia,  sin importar el sacrificio, los costes.  Las deudas e innumerables  horas//dìas de trabajo que deberàn cumplir para costear  las costosas  e innesarias adquisiciones.  Convertidas en  esclavitudes modernas,  vidas sin sentido para trabajar como esclavos para satisfacer las  compulsivas adicciones  hacia  las modernas tecnologìas.
Observamos   a millones de jòvenes intoxicados de modas superfluas, barnizados de  vanidad carente de fondo existencial.   Sociedad moderna sometida al màs  feroz e inmoral maniqueismo comercial, cayendo  sin reflexiòn  ni  anàlisis en  una  demencial y asfixiante necesidad creada por embrujadoras campañas publicitarias.   Para que la juventud  compre, y  consuma  hasta el despilfarro,  hartazgo   de cosas, objetos   que nunca  necesitarà  para vivir  y comunicarse con los demàs. Ahora la juventud està màs aislada,  màs solitaria y desdichada que en todas las èpocas no obstante disponer de ultramodernos equipos  de comunicaciòn, con los que poco se comunica porque  carece de espiritualidad y sentido de vida para expresar sus emociones.  Su vacìo existencial  es cruel  y patètico.  En contraposiciòn, se aisla màs, viviendo una soledad màs intensa. 

La tecnologìa ha purificado al hombre hasta convertirlo en un objeto desechable que se cambia, tira, explota; desecha, utiliza.  Se recicla y  moderniza sin cesar  como  millones de artefactos, equipos y demàs instrumentos que se fabrican sin descanso  para alimentar el  capitalismo voraz, brutal e insaciable. Terrible encrucijada vive el hombre que no puede detener tan espantosa magaproducciòn porque se detendrìa el mundo y los efectos serìan devastadores en la economìa global.  La vida cotidiana de miles de millones de hombres  sufrirìa  un irremediable  colapso. Quizàs serìa la gran revoluciòn que el planeta necesita  La primera  gran revoluciòn de la postmodernidad del siglo XXI.
 Pero  la tecnologìa logrò otro milagro de retroceso que ninguna revoluciòn obtuvo:  Estandarizò al hombre. Lo transformò en un ser seriado, sin voluntad. Manso y obediente de todas los inventos ùtiles e inùtiles   vomitados  por  la industria. Sin conciencia ni capacidad de  decisiòn  para cambiar la historia. El hombre moderno quedò deslumbrado e idiotizado por tanta tecnologìa.  Pero claro, la sociedad es ahora la  màs superflua y vanidosa de cuantas ha tenido la especie desde su advenimiento en el planeta tierra y esto mantiene muy tranquilos y satisfechos a los grandes magnates, banqueros y lìderes secretos  que manejan al mundo, con hilos de titiriteros infames.




3 comentarios:

  1. ¡Esplendido! describe de manera correcta el daño que le está haciendo la tecnologia a nuestras sociedades. Hay que destacar que esta si nos ofrece muchos beneficios, pero el precio que pagamos por ellos son muy altos

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