La vida, la vida que realmente deberìa vivir el hombre no es esa imagen recreada, maquillada, de una joven pareja, representada en pòsters, vallas publicitarias, folletos y lujosas revistas de vivos colores, alta definiciòn policromàtica con fotografìa de gran calidad, donde aparece ademàs de la joven pareja, dos niños, casi siempre rubios; de sonrisas inmaculadas, representando una comedia de felicidad de ensueño. Tambièn los supuestos padres aparecen con sus sonrisas de lujo: dientes blancos, de belleza perfecta; rostros de seres plenos, vidas realizadas. Caras frescas, donde se lee una breve pàgina de vidas satisfechas con la vida y el medio que les diò poder y riqueza. Las imàgenes de esas publicaciones son casi siempre de familias blancas, rasgos caucàsicos. Por regla general todos tienen ojos azules y cabello rubio. Màs parecen àngeles maniquìes vestidos con ropa de marca que seres humanos reales.
Esa tìpica imagen de familia feliz, sirve como plataforma para exhibir un amplio y lujoso apartamento estilo penthouse, localizado en un moderno edificio de avanzado diseño. Tambièn exhiben amplias y lujosas casas de estilo campestre en conjuntos cerrados y condominios exclusivos. Las construcciones estàn rodeadas de amplios espacios verdes, florecidos jardines, fuentes de agua como ornato. Amplia piscina rodeada de tumbonas para tomar el sol y coloridos parasoles para solaz de los residentes. Son edificios y casas de ensueño donde no falta ni sobra nada porque fueron diseñados por arquitectos y diseñadores de interiores, que asocian la felicidad moderna con el èxito econòmico, unido al lujo, el confort y la belleza artificial en sectores campestres.
Vida plena y feliz asociada a una naturaleza exuberante pero que es màs un adorno porque en esta naturaleza no acecha el peligro. Entre aquellos jardines florecidos, inmensos àrboles de prodigiosa umbrìa, no hay bichos repugnantes. No hay fieras depredadoras. No hay serpientes ni aràcnidos venenosos. En esos bosques sòlo hay pàjaros, agradable vegetaciòn que protege del lejano y agobiante sector urbano, donde reina la contaminaciòn, ruido y masificaciòn en todos los aspectos. En aquellos bosques prefabricados, o al menos las construcciones edificadas entre esos bosques de ensueño, la intenciòn es crear una imagen de modernidad entre una fresca naturaleza rodeada de flores y pàjaros. Lo màs parecido a un paraìso, diseñado por creativos arquitectos que saben que el mercadeo de la naturaleza y confort, en apartamentos lujosos y modernas casas, es un magnìfico negocio que se vende muy bien. Los urbanistas, decoradores y arquitectos han inventado una receta de la felicidad con lugares boscosos, protegidos y vigilados por empresas de seguridad que aislan esos sectores residenciales del resto del mundo.
Lejos del peligro y las acechanzas del mal. Lejos de la plebe, muy alejados de la fealdad y la pobreza. Distantes de la suciedad, la gente vulgar, fea y pobre. En ese edèn sòlo pueden vivir parejas con hijos hermosos y sanos, con finas facciones caucàsicas. Mundos ideales, de parejas bellas, familias felices. Jardines de ensueño. Autòmoviles de moda, de alta gama, marcas exclusivas. Piscinas climatizadas, rodeadas de esplendidos jardines. Jardines infantiles con juegos y equipos exlusivos para niños. Àreas deportivas con canchas de tenis, squash, modernos gimnasios.
Ese mundo perfecto serà habitado por gente bien, personas lindas y exitosas de la sociedad. Allì jamàs viviràn personas de ingresos bajos, los perdedores del sistema. Acaso conoceràn esos sitios pero como jardineros, guardaespaldas, siervientas, choferes, vigilantes u oficios varios. Estaràn en las inmediaciones de aquel mundo pero como lacayos. Convidados de piedra a un mundo donde seràn invisibles. No podràn pertenecer a ese lugar de ensueño en forma real. Sòlo seràn la servidumbre de los triunfadores de la sociedad.
Los pòsters y revistas estandarizados en diversos paìses del mundo que idealizan y venden aquel modelo de vida feliz por parte de empresas inmobiliarias y constructoras, està dirigido al privilegiado sector de los triunfadores del Establecimiento.
Campañas publicitarias de èxito creadas para las clases emergentes: Nuevos ricos, recièn graduados y triunfantes profesionales. Polìticos enriquecidos en el estercolero de la corrupciòn estatal. Acaudalados inversionistas, comerciantes y hombres de negocios de todas los sectores. Nuevos ricos con fortunas de dudosa procedencia, cuyo origen nadie cuestionarà porque lo ùnico importante allì serà el dinero para costear aquel estàndar de vida.
Por ello, esa imagen en fotos de fina policromìa, de suntuosos edificios y elegantes casas, con parejas y familias como las descritas, ademàs de las especificaciones tècnicas como cantidad de metros cuadrados del inmueble, dotaciòn de los mismos y àreas disponibles. Asì mismo sistemas de pago y formas de financiaciòn, detalles adicionales como pequeños mapas de localizaciòn para ubicar la propiedad. Pero lo interesante para analizar de esa publicidad, son los nombres de los conjuntos residenciales, condominios, parcelaciones campestres y edificios en venta asì como las frases publicitarias que los enaltecen a los ojos de los futuros compradores. Los publicitan como sucedàneos de felicidad, clonaciòn de paraìsos de confort y modernismo. Fabricados por el hombre, en medio de la naturaleza, al alcance de los èxitosos, futuros residentes de aquellos paraìsos de concreto y hormigòn.
Los nombres y consignas para mercadear las propiedades son tan absurdos como ridiculos. Ajenos a la realidad del medio donde son construidos, por ejemplo en el caso de Colombia, en ciudades como Medellìn, Bogotà y Cali. Pero el fenòmeno se repite en todo el paìs. Y asì es en todo el mundo donde la "estupidizaciòn globalizada" cada vez gana màs terreno Nombres rebuscados, tan rimbombantes como inverosìmiles. Desligados de la toponimia local. Nombres sin relaciòn alguna con la cultura, la geografia, la historia ni con nada de la ciudad o regiòn donde son construidos. La invenciòn de los rebuscados, anacrònicos e intemporales nombres obedece màs a la "brllante creatividad publicitaria postiza" que intenta impactar en los alelados arribistas, futuros compradores de los inmuebles, con nombres raros pero sonoros. Supuestamente bellos y elegantes pero no son lo uno ni lo otro. Ridìculos y estùpidos, son reflejo del terrible karma de la cultura kitsch, moda arraigada en una sociedad emergente e inculta.
Obsèrvese con atenciòn una muestra de los citados nombres:
"Celeste Resplandor Apartamentos", "Monteparaìso del Bosque", "Boavistaperfecta", "Guayacanes del Edèn", "Olivos de Felicidad", "Living Èxtasis", "Polaris Còsmico", "Ibèrica Feliz", "Cima de Sueños",
"Lemmon Fresh", "Sol de Paz", "Campus Infinitus", "Vigo", "Terra Maravilla", "Magenta", "Arboleda Màgica", "Cyprus Inn", "Aviva", "Belaire", "Fìore", "Savia Country", "White", "Marine Lake", "MillauBellagio" "Ìndigo Arrecife" y cientos , miles de absurdos como raros nombres sin lògica ni sentido comùn.
Innumerables nombres con garrafosos eslogan utilizan para maquillar aquel mundo perfecto. Verdes e impolutos sectores donde el icono creado como atractivo ideal de vida, establecido en el imaginario de miles de personas, es hacerles creer que la felicidad està a unos millones de pesos de su alcance. Semejante sistema publicitario, ha calado con tanta fuerza en ascendentes sectores de las clases medias y medias bajas, que sueñan, luchan y tienen como derrotero de vida lograr tener un apartamento o casa en aquellos bellos bosques y florecidos jardines, donde todos parecen ser èxitosos, bellos y maravillosos. Entonces para ellos tambièn es posible la felicidad.
Lo que miles de personas jamàs entenderàn es còmo aquellos plàcidos sectores, ubicados casi siempre en la periferia de las ciudades, son mundos a los que ellos nunca accederàn. Y de lograrlo, pronto comprobaràn con amargura que son mundos donde ellos no pertenecen ni jamàs seràn aceptados. Fueron creados para personas que viven una irrealidad social, su propia mentira: porque son seres aturdidos en burbujas de apariencias, bùsqueda desenfrenada de objetos y riquezas, ascenso social y econòmico implacable; escalera arribista a la vanidad de fatuo esplendor, edificada sobre el egoismo, la soberbia, crisis de valores, decadencia espìritual, irreversible descomposiciòn social. Desoladora insensiblidad e indiferencia hacia los miserables. Irrealidad, ficciòn, oportunismo mercantil e ilusiòn, pero ante todo la codicia, inventaron esos microuniversos ficticios de paz, vidas perfectas de belleza y felicidad. Paraìsos artificiales diseñados por astutos empresarios y codiciosos inversionistas , quienes han creado esos mundos artificiales de perfecciòn, felicidad, paz y bienestar. Para gentes lindas, la gente bien de la sociedad. Para parejas recièn casadas y con hijos pequeños. Bellas parejas, èxitosas, optimistas. Las familias maravillosas que rigen los destinos de la sociedad y el establecimiento. Obsesionadas por comprar y poseer paraìsos de concreto, hormigòn, màrmol; materiales sintèticos de lujo y deslumbrantes colores. Mentiras de felicidad y belleza, vendidas con ingenio mercantilista por intrèpidos agentes inmobiliarios y poderosos grupos de empresas constructoras.
La gran mayorìa de personas que lee esas publicaciones impresas, a travès de la televisòn, internet y otros medios de difusiòn, nunca vivirà ni conocerà esos lugares, màs que en las lujosas revistas que obsequian para cautivar a incautos , arribistas, trepadores sociales y nuevos ricos. En el fondo, muchos de los habitantes de las barriadas donde la vida es dura. Cruel enfrentamiento diario con carencias, frustraciòn, exclusiòn social y econòmica , violencia sin tregua. Los habitantes de aquellos sectores saben que nunca saldràn de esos densos sectores y aunque quieran escapar de esos cinturones de miseria y pobreza y anhelen huir de las crisis del mundo moderno. Alejarse de la descomposiciòn social que azota los congestionados barrios, plagados de delincuencia, miseria, ruido y contaminaciòn. Pero ellos tienen la certeza ancestral que jamàs lo lograràn.
Pero para miles, millones de personas que continùan concentradas en densos sectores pobres, marginales, esos mundos bellos y perfectos seràn una utopìa, remotas fantasìas en vivos colores que siempre veràn como lo que son: una ficciòn vendida para los ricos, los de alto poder adquisitivo y los trepadores sociales de estrato medio alto que pelean a dentelladas, como pirañas contra tiburones para convertirse algùn dìa en personas ricas y poderosas. Para los excluìdos serà una realidad extraña pero bonita. Tan lejana que serà un sueño, un sueño y nada màs. Bien diseñada aunque parezca mentira, pero una verdad lejana a ellos. Un sueño de mentira. Pero para los que creyeron en ella y lograron comprarla, serà una policromosa mentira como tantas que compran, mandan a fabricar o buscan la publicidad para que se las invente. Lucrativo negocio que enriquece cada vez màs a otros ricos, que tambièn inventan, negocian, mercadean y promocionan mentiras y màs mentiras porque sus vidas son tambièn una mentira que produce fortunas. Con los sueños, vacìos existenciales, traumas, complejos sociales y pesadillas de los demàs.
Perversa pero lucrativa empresa de inventar y promocionar el ideal de felicidad en amplios apartamentos y espaciosos lugares donde muy pocos podràn vivir. Aquellos empalagosos nombres de los edificios, unidades habitacionales cerradas, conjuntos residenciales, parcelaciones exclusivas, son como un antìdoto que los diferencia, los hace màs selectos y diferentes a los que no pertenecen a ese ideal sonrosado de alegrìa y plàstica bellleza. Zonas alejadas de todo, de todos los que no pertenezcan a esa bella y exitosa clase social que està "màs allà del mundanal ruido". Establecen con consignas garrafosas como las antes citadas y otras que llaman a una reflexiòn, un inquietante condicionamiento social, arbitrario e insòlito que ha llevado a la sociedad a extremismos sociales de exclusiòn cada vez màs difìciles de superar.
" Dè un paso adelante hacia la felicidad"... "La oportunidad para cambiar tu vida"... "Vive, siente y disfruta de un nuevo paraìso"... "Alcanza tus sueños en un màgico jardìn".... "Una nueva vida florece para tu familia"...
"Tu vida renace sòlo en el norte"... "Sièntete tranquilo que los milagros existen y la felicidad està a tu alcance"..."Los sueños hechos realidad sì existen porque nosotros te los construimos para que vivas en el paraiso"...."La vida te regala momentos inolvidables y tambièn el paraiso puede ser tuyo. Si quieres comprarlo, puedes hacerlo con facilidades de pago......"
No hay comentarios:
Publicar un comentario