2 de octubre de 2013

VIDAS BELLAS Y FELICES

La vida, la vida que realmente deberìa vivir el hombre no es esa   imagen recreada, maquillada,  de una joven pareja,  representada en  pòsters, vallas publicitarias, folletos y lujosas revistas de vivos colores, alta definiciòn policromàtica con fotografìa de gran calidad, donde aparece ademàs de la joven pareja, dos niños, casi siempre rubios; de sonrisas inmaculadas,  representando una comedia de   felicidad de ensueño.  Tambièn los supuestos padres aparecen con sus sonrisas de lujo:  dientes blancos, de belleza perfecta;   rostros de seres plenos,  vidas realizadas. Caras frescas, donde se lee una breve pàgina de vidas satisfechas  con la vida y el medio que les diò  poder y  riqueza. Las imàgenes de esas  publicaciones son casi siempre de   familias blancas,   rasgos  caucàsicos. Por regla general todos   tienen  ojos azules y cabello rubio.  Màs parecen àngeles maniquìes vestidos con ropa de marca que seres humanos reales.

Esa  tìpica imagen de  familia feliz, sirve como plataforma para exhibir un amplio y lujoso apartamento estilo penthouse, localizado en un moderno edificio de avanzado diseño. Tambièn exhiben amplias y lujosas casas de estilo campestre en conjuntos cerrados y condominios exclusivos.   Las construcciones  estàn  rodeadas de amplios espacios verdes, florecidos jardines,  fuentes de agua  como ornato.   Amplia piscina rodeada de tumbonas para tomar el sol  y  coloridos parasoles    para solaz   de los residentes. Son edificios y casas  de ensueño donde no falta ni sobra nada porque fueron diseñados por arquitectos y diseñadores de interiores, que asocian la felicidad moderna con el  èxito econòmico, unido al  lujo, el confort y la belleza artificial en sectores campestres.

Vida plena  y feliz  asociada a una naturaleza exuberante pero que es màs un adorno porque en esta naturaleza no acecha el peligro. Entre  aquellos  jardines florecidos,  inmensos àrboles de prodigiosa umbrìa, no hay bichos repugnantes. No hay fieras  depredadoras. No hay serpientes ni aràcnidos venenosos. En esos bosques sòlo hay pàjaros,  agradable vegetaciòn  que  protege del lejano y agobiante sector urbano, donde reina la  contaminaciòn, ruido y masificaciòn en todos los  aspectos.   En  aquellos bosques prefabricados, o al menos las construcciones edificadas entre esos bosques de ensueño, la intenciòn es crear una imagen de  modernidad entre una fresca naturaleza rodeada de flores y pàjaros.  Lo  màs parecido  a un paraìso, diseñado por  creativos  arquitectos que saben  que el  mercadeo de la  naturaleza y confort,  en  apartamentos lujosos  y  modernas casas, es un magnìfico negocio que se vende muy bien.  Los  urbanistas, decoradores y arquitectos han  inventado una receta de la felicidad  con lugares boscosos, protegidos  y vigilados por empresas de seguridad que aislan  esos sectores residenciales del resto del  mundo.

 Lejos del peligro y las acechanzas del mal. Lejos de la plebe, muy alejados de la fealdad y la pobreza.    Distantes de la suciedad,  la gente vulgar, fea y pobre. En ese edèn sòlo pueden vivir parejas con hijos hermosos  y sanos,   con  finas facciones caucàsicas.    Mundos ideales, de parejas bellas, familias felices.  Jardines de ensueño. Autòmoviles de moda,  de alta gama, marcas exclusivas.  Piscinas  climatizadas, rodeadas de esplendidos jardines.  Jardines infantiles con juegos y equipos exlusivos para niños.  Àreas deportivas con canchas de tenis, squash, modernos gimnasios.
Ese mundo perfecto  serà habitado por  gente bien,  personas lindas y exitosas de la sociedad. Allì jamàs viviràn  personas de ingresos bajos, los  perdedores   del sistema. Acaso conoceràn esos sitios pero como jardineros, guardaespaldas, siervientas, choferes,  vigilantes u oficios varios.   Estaràn en las inmediaciones de aquel mundo pero como  lacayos.  Convidados de piedra  a un mundo donde  seràn  invisibles.  No podràn pertenecer a ese  lugar de ensueño en forma real.  Sòlo seràn  la servidumbre de los  triunfadores de la sociedad.

 
 Los pòsters y revistas  estandarizados en  diversos  paìses del mundo que idealizan y venden  aquel modelo de vida feliz  por parte de empresas inmobiliarias y constructoras,   està  dirigido al privilegiado sector de los triunfadores del Establecimiento.
 Campañas publicitarias  de  èxito  creadas para  las clases emergentes:     Nuevos ricos,   recièn graduados y   triunfantes profesionales.  Polìticos  enriquecidos en el estercolero de la corrupciòn estatal.  Acaudalados  inversionistas, comerciantes y hombres de negocios de todas los sectores.   Nuevos ricos  con  fortunas  de dudosa procedencia,    cuyo origen  nadie  cuestionarà    porque lo  ùnico importante allì  serà el dinero   para costear  aquel   estàndar de vida.
Por ello, esa imagen  en fotos de fina policromìa,  de  suntuosos edificios y elegantes  casas, con  parejas y familias como las descritas, ademàs de las especificaciones tècnicas  como  cantidad de metros cuadrados del inmueble, dotaciòn  de los mismos y àreas disponibles. Asì mismo     sistemas de pago  y formas de financiaciòn,  detalles adicionales como pequeños mapas de localizaciòn  para ubicar  la   propiedad.   Pero lo  interesante para  analizar de esa publicidad, son   los nombres de los conjuntos residenciales, condominios, parcelaciones campestres y edificios en venta asì como las frases publicitarias que los enaltecen a  los ojos de los futuros compradores. Los publicitan como  sucedàneos de  felicidad,   clonaciòn de paraìsos de confort y modernismo.    Fabricados por el hombre, en medio de la naturaleza, al   alcance de los  èxitosos, futuros residentes de aquellos  paraìsos de concreto y  hormigòn.

 Los nombres y   consignas para mercadear las propiedades  son   tan absurdos como ridiculos.   Ajenos a la realidad del medio donde son construidos, por ejemplo en el caso de Colombia, en ciudades como Medellìn, Bogotà y Cali. Pero el fenòmeno se repite en todo el paìs. Y asì es en todo el mundo donde la "estupidizaciòn globalizada" cada vez gana màs terreno   Nombres rebuscados, tan rimbombantes como inverosìmiles.   Desligados de la toponimia local.  Nombres sin  relaciòn alguna  con la cultura,  la geografia,  la historia ni con nada de la ciudad  o regiòn donde son construidos.  La invenciòn  de los rebuscados,  anacrònicos e intemporales nombres obedece màs  a la "brllante  creatividad  publicitaria postiza"  que intenta impactar en los alelados  arribistas, futuros compradores de los inmuebles, con nombres raros pero sonoros. Supuestamente bellos y elegantes pero no son lo uno ni lo otro.    Ridìculos y estùpidos, son reflejo del   terrible karma de la cultura  kitsch,  moda arraigada en una sociedad emergente e inculta.
Obsèrvese con atenciòn una  muestra de los citados nombres:
"Celeste Resplandor Apartamentos", "Monteparaìso del Bosque", "Boavistaperfecta", "Guayacanes del  Edèn",  "Olivos de Felicidad", "Living  Èxtasis", "Polaris Còsmico", "Ibèrica Feliz",  "Cima de Sueños",
"Lemmon Fresh",   "Sol de Paz",  "Campus Infinitus", "Vigo", "Terra Maravilla", "Magenta", "Arboleda Màgica", "Cyprus Inn", "Aviva", "Belaire", "Fìore", "Savia Country", "White", "Marine Lake", "MillauBellagio" "Ìndigo Arrecife" y cientos , miles de absurdos como raros nombres sin lògica ni sentido comùn.

 Innumerables  nombres   con  garrafosos  eslogan  utilizan  para maquillar aquel mundo  perfecto. Verdes e impolutos sectores donde el icono creado como atractivo  ideal de vida, establecido en el imaginario de miles de personas, es hacerles  creer que  la felicidad està a unos millones de pesos de su alcance. Semejante sistema publicitario, ha calado con  tanta fuerza en ascendentes sectores de las clases medias y medias bajas, que  sueñan, luchan y tienen como derrotero de vida   lograr tener  un apartamento o casa en aquellos  bellos bosques y florecidos jardines, donde todos parecen  ser  èxitosos, bellos y maravillosos. Entonces para ellos tambièn  es posible la felicidad.

Lo que miles de personas jamàs entenderàn es còmo  aquellos plàcidos sectores, ubicados casi siempre en la periferia de las ciudades, son mundos a los que ellos  nunca accederàn. Y de lograrlo,  pronto   comprobaràn con amargura  que son mundos donde ellos no pertenecen ni jamàs seràn aceptados.  Fueron creados para personas que  viven una irrealidad social,  su propia  mentira:   porque son seres aturdidos en burbujas de apariencias, bùsqueda desenfrenada de objetos y riquezas,  ascenso social y econòmico implacable; escalera  arribista a la  vanidad de fatuo  esplendor, edificada  sobre el egoismo, la soberbia,  crisis de valores, decadencia espìritual, irreversible  descomposiciòn social. Desoladora insensiblidad e indiferencia  hacia los miserables.      Irrealidad, ficciòn, oportunismo mercantil  e ilusiòn,  pero ante todo la codicia, inventaron esos  microuniversos ficticios de paz,  vidas perfectas de belleza  y felicidad.     Paraìsos artificiales  diseñados por   astutos  empresarios  y codiciosos inversionistas ,  quienes  han  creado   esos  mundos artificiales de  perfecciòn,  felicidad, paz y bienestar.  Para  gentes lindas, la gente  bien de la sociedad. Para parejas recièn casadas  y  con hijos pequeños. Bellas parejas, èxitosas,  optimistas. Las familias maravillosas que rigen los destinos de la sociedad y el establecimiento.    Obsesionadas   por  comprar y poseer   paraìsos de concreto, hormigòn,  màrmol; materiales sintèticos de lujo y  deslumbrantes colores.  Mentiras de felicidad y belleza,  vendidas con ingenio  mercantilista por  intrèpidos agentes inmobiliarios y poderosos grupos de empresas constructoras.

La  gran mayorìa de personas  que lee  esas publicaciones impresas,  a travès de la televisòn,  internet  y otros medios de difusiòn, nunca vivirà ni conocerà  esos lugares, màs que en las lujosas  revistas que obsequian para cautivar a incautos , arribistas, trepadores sociales  y nuevos ricos.  En el fondo, muchos de los habitantes  de las barriadas donde la vida es dura. Cruel enfrentamiento diario con  carencias,  frustraciòn,   exclusiòn social y econòmica , violencia sin tregua.  Los habitantes de aquellos sectores saben que  nunca saldràn de esos densos sectores y aunque  quieran  escapar de esos cinturones de miseria y pobreza  y   anhelen  huir de las crisis del mundo moderno.   Alejarse de la descomposiciòn social   que azota  los congestionados  barrios,  plagados de delincuencia, miseria,  ruido y contaminaciòn. Pero ellos  tienen  la certeza ancestral que jamàs lo lograràn.

Pero para  miles, millones de personas  que continùan concentradas  en  densos sectores pobres, marginales,  esos mundos bellos y perfectos seràn una utopìa,  remotas fantasìas en vivos colores que siempre veràn  como lo que   son:  una ficciòn vendida para los ricos, los  de alto  poder adquisitivo  y los  trepadores sociales de estrato medio alto  que pelean  a dentelladas, como  pirañas contra tiburones para convertirse algùn dìa en personas ricas y poderosas.  Para  los excluìdos serà  una realidad extraña pero bonita.  Tan lejana que  serà un sueño, un sueño y nada màs.   Bien diseñada  aunque parezca mentira, pero  una verdad lejana a ellos.  Un sueño de mentira.   Pero para  los que creyeron en  ella y lograron comprarla, serà una policromosa mentira como tantas  que compran,  mandan a  fabricar o buscan  la publicidad para que se las invente.   Lucrativo negocio que   enriquece cada vez màs  a otros ricos, que tambièn inventan, negocian, mercadean y promocionan mentiras y màs mentiras porque sus vidas son tambièn  una mentira que produce fortunas.    Con los sueños, vacìos existenciales, traumas,  complejos sociales  y pesadillas de los demàs.

Perversa pero lucrativa empresa de inventar y promocionar el ideal de felicidad en amplios apartamentos y espaciosos lugares donde  muy pocos podràn vivir. Aquellos empalagosos nombres de los edificios,  unidades habitacionales cerradas,  conjuntos residenciales, parcelaciones exclusivas, son como un antìdoto que los diferencia,  los hace màs selectos y diferentes a los que no pertenecen   a ese ideal sonrosado de alegrìa y  plàstica bellleza. Zonas  alejadas de todo,  de todos los que no pertenezcan a esa bella y exitosa clase social que està "màs allà  del mundanal ruido".  Establecen con consignas garrafosas como las antes citadas y otras que llaman a una reflexiòn, un  inquietante  condicionamiento social, arbitrario e insòlito que ha llevado  a la sociedad  a extremismos sociales de exclusiòn cada vez màs difìciles  de superar.

" Dè un paso adelante hacia la felicidad"... "La oportunidad para cambiar tu vida"... "Vive, siente y disfruta de un nuevo paraìso"... "Alcanza tus sueños en un màgico jardìn".... "Una nueva vida florece para tu familia"...
"Tu vida renace sòlo en el norte"... "Sièntete tranquilo que los milagros existen y la felicidad està a tu alcance"..."Los sueños hechos realidad sì existen porque nosotros te los construimos para que vivas en el paraiso"...."La  vida te regala momentos inolvidables y tambièn el paraiso puede ser tuyo.  Si quieres comprarlo,  puedes hacerlo  con facilidades de pago......"   


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